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¿Cómo elegir termos eléctricos?

¿Necesitas disponer de agua caliente, no cuentas con suministro de gas natural y prefieres no tener bombonas de gas en casa? Los termos eléctricos son fáciles de instalar, tienen precios económicos y su funcionamiento es muy sencillo: acumulan agua en su depósito y la calientan con una resistencia eléctrica. Los hay con distinta capacidad según las necesidades de cada vivienda. Los modelos con funciones inteligentes te permiten ahorrar electricidad y ganar en confort. También están los termos híbridos, con bomba de calor incorporada, que consumen la mitad de electricidad. Y si te preocupa el espacio que ocupan, descubre los termos de doble depósito y diseño compacto.

¿De cuántos litros necesitas tu termo eléctrico?

Los termos eléctricos calientan el agua con una resistencia eléctrica situada en el interior de su depósito. Cuando el agua acumulada alcanza la temperatura suficiente, la resistencia se apaga. Es decir, no son instantáneos. Por eso el agua caliente disponible en el momento está limitada a la capacidad del depósito (también llamado cuba o calderín). ¿Qué capacidad necesitas que tenga el depósito?

·         Depende, sobre todo, de la cantidad de personas que viven en casa. Se calcula que un termo de 50 litros es suficiente para 1 persona; 80 l para 2; 100 l para 3; 150 l para 4; 200 l para 6 y 300 l para 8.

·         Para termos con doble depósito y doble resistencia el cálculo es menor: 45 l para 1 persona, 65 l para 2,  80 l para 3…

·         También influyen los hábitos. Por ejemplo, si se realizan varias duchas seguidas, se necesitará un termo con mayor capacidad porque no dará tiempo a que se vuelva a calentar el agua del depósito. Por el contrario, si hay intervalos de tiempo entre las duchas, se podrá contar con una capacidad menor.

·         Los termos de menos de 45 ó 50 litros de capacidad son muy útiles para dar servicio a un lavabo y/o un fregadero exclusivamente. Son perfectos, por ejemplo, para oficinas o comercios.

TERMOS ELÉCTRICOS

Que no te falte agua caliente. Elige el modelo que se adapte a tus necesidades

¿Dónde piensas colocar el termo eléctrico?

Se recomienda colocar los termos eléctricos lo más cerca posible de los puntos de consumo y en el interior de la vivienda para minimizar las pérdidas de calor. Por ello, por lo general se instalan en la cocina, el baño o la lavandería. La pared en la que se ancle debe soportar un peso tres veces superior al del aparato lleno.

La instalación de un termo eléctrico es sencilla. Solo hacen falta las tomas de agua y un enchufe con toma de tierra. Esto último es muy importante para garantizar tu seguridad. 

▸ Aprende como se instala un termo electrico.

¿Ya sabes dónde podrías instalar tu termo? Para elegir el más adecuado, ten en cuenta:

·         La forma de colocación. Los termos de instalación vertical son los más habituales. También los hay de colocación horizontal y multiposición: aptos para ambos tipos de instalación. En general, los termos verticales calientan mejor el agua, sin embargo ya hay en el mercado modelos horizontales o multiposición que consiguen rendimientos similares.

·         Las medidas. Hay modelos de fondo reducido, ideales para disimular en muebles de cocina o en la lavandería. ¿Quieres aprovechar al máximo el espacio con un diseño atractivo y compacto? En lugar de los termos tradicionales con forma de tanque cilíndrico, escoge los modelos con doble depósito.

 

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Las claves del ahorro… ¡y del confort!

Los termos incluyen un material aislante entre la carcasa y la cuba para reducir las fugas de calor. Cuanto mejor sea el aislamiento, menor consumo eléctrico tendrá el aparato: hasta un 40% menos. En general, para asegurarte un ahorro en electricidad mira la etiqueta energética del termo. Prefiere los de clase B, más eficientes que los convencionales de clase C. O mejor aún, si quieres conseguir el ahorro máximo escoge los de clase A o A+.

¿Una clave esencial para consumir menos electricidad y, a la vez, ganar en confort? Con la programación ahorras hasta un 25%. Ajustas el funcionamiento a tus necesidades. Así, cuando no necesitas agua caliente (por ejemplo, por las noches) el termo permanece inactivo y no consume electricidad.

·         Con función Eco-Smart: termos que se programan solos. El termo memoriza tus hábitos de consumo y adecua el funcionamiento de la resistencia para dar el mejor servicio con el mínimo consumo posible. Y tú te despreocupas. Esta función es perfecta cuando se tienen horarios más o menos fijos.

·         Termos con wifi: los controlas a distancia. Solo necesitas disponer de Internet en casa para manejarlos desde una App en tu móvil. Así podrás ajustar el consumo a tus actividades de cada día, aunque no tengas rutinas establecidas. Y ahorrar.

·         Con función de calentamiento rápido (boost). Te permite disponer de agua caliente suficiente para una ducha en pocos minutos y al margen de la programación que hayas escogido.

·         Con termostato digital: para una regulación precisa de la temperatura. Puedes elegir los grados exactos de temperatura y así ahorrar en electricidad.

Con bomba de calor: termos híbridos que consumen la mitad (¡o menos!)

¿Buscas el máximo ahorro en electricidad? Entonces estos termos son la solución. Incorporan una bomba de calor que permite calentar el agua con la energía contenida en el aire. Así combinan dos tipos de energía: la eléctrica y la aerotérmica. El propio aparato regula su funcionamiento para consumir la menor cantidad de electricidad posible.

Los termos con bomba de calor tienen un precio más elevado. Sin embargo, gracias a los ahorros constantes en electricidad, en pocos años recuperas tu inversión.

▸ Conoce El termo Ariston Lydos Hybrid cuenta con una resistencia eléctrica, como los termos clásicos, pero incorpora una bomba de calor. La bomba de calor extrae la energía contenida en el aire para calentar el agua (aerotermia). El propio termo gestiona las dos fuentes de energía para consumir el mínimo de electricidad.

Resistencia envainada: ideal para aguas duras

La resistencia eléctrica de un termo es la encargada de calentar el agua. Las hay de dos tipos:

·         Blindadas. Van sumergidas en el agua del depósito. Calientan el agua de forma más rápida, sin embargo son más vulnerables al desgaste por incrustaciones de cal y la electrólisis.

·         Envainadas. Están cubiertas por una vaina que impide el contacto directo con el agua y las protege de la acción corrosiva de la cal. Además, son más fáciles de sustituir. Se recomiendan para zonas de aguas duras.

EL TOP TEN

Los mejores termos eléctricos según nuestros clientes

Proteger el termo de las incrustaciones y la oxidación es esencial para prolongar su vida útil. Además del tipo de resistencia, también influye:

·         La calidad del ánodo. Se trata de una varilla que atrae la cal para proteger la cuba y la resistencia de la corrosión. Suelen ser de magnesio y se sustituyen cada cierto tiempo, de uno a tres años, según el uso del termo y la dureza del agua. Los modelos que cuentan con un ánodo sobredimensionado aumentan su duración.  Los de titanio son electrónicos, no se sustituyen y tienen un mantenimiento mínimo.

·         El material de la cuba. Las de acero tienen mejor calidad que las de composite. El esmaltado también cumple un rol importante: las cubas vitrificadas o con esmalte de titanio son muy duraderas.